FUENTE DE PIEDRA
Aventuras y desventuras de la Laguna Salada (I)
1870: Adiós al Resguardo
Hace siglo y medio, el 4 de julio de 1870, la Comandancia de Resguardo de Rentas Estancadas terminaba su cometido en La Laguna Salada de Fuente de Piedra. Su último comandante, D. Emeterio Huguet, cesaba junto a «[…] los aventajados y dependientes de infantería y caballería […]» que en aquel momento prestaban servicio en el Resguardo.
D. Emeterio, siguiendo instrucciones recibidas hizo entrega del
«[…] equipo, armamento, archivo de la Comandancia, fondos y cuanto pueda pertenecer al cuerpo lo entregará V. sin pérdida de tiempo y bajo su más estrecha responsabilidad al Alcalde de Fuente de Piedra bajo el correspondiente inventario, que autorizado por ambos y por el secretario municipal procurará se remita á esta dependencia […]»
Así fue que el alcalde, Juan Jiménez Ruiz, recibía el Inventario de Bienes con que contaba la Comandancia. Estos fueron un paquete de libros y libretas en los que se había anotado detalladamente todo lo concerniente al servicio: libro de infractores, de personal, de defraudadores, de cuentas, etc., así como el armamento de que disponía. Armamento que no fue entregado en su totalidad, según constaba en inventario, y se justificaba en el hecho de haber sido la Comandancia asaltada y desarmada por el pueblo dos años antes, en la revolución de septiembre de 1868 (o sea, La Gloriosa, de la que ya dimos cuenta en otra nota), apropiándose el vecindario de todas las armas útiles, quedando las restantes por inútiles. El alcalde y secretario firmaron el recibí del inventario haciendo constar que faltaban, además, cinco bayonetas que no aparecían por ninguna parte. Tras permanecer varios meses en el pueblo, todo el material se trasladaba a Málaga a principios del año siguiente.
D. Emeterio se despidió del alcalde y el Ejército retiraba su custodia de La Laguna. Ahora era un destacamento del Cuerpo de Carabineros el que la vigilaba, aunque la responsabilidad recaía en manos privadas. Se había creado la compañía encargada de la desecación del vaso lacustre y S. A. El Regente del Reino, el 15 de agosto de 1870 concedía a:
«D. Guillermo Partington y D. José Joaquín Figueras el aprovechamiento de las sales que existen en las lagunas de Fuente Piedra y las que se produzcan durante los tres años en que han de darse por terminadas las obras de desecación de la misma, dándosele la debida posesión y mandándose no se le ponga impedimento alguno en su explotación y uso.»
El oficio firmado por el Regente del Reino termina diciendo «No se le ponga impedimento alguno en su explotación y uso», justamente lo contrario al proceder de D. Juan Jiménez Ruiz, alcalde constitucional de Fuente de Piedra, lo que le provocaría, al estar entre dos fuegos, más de un disgusto. Pero de eso hablaremos en una próxima nota, hoy sólo hemos querido recordar que hace ciento cincuenta años que la Comandancia del Resguardo de Rentas Estancadas del Estado abandonaba la custodia de La Laguna, tras haberla protegido durante otros ciento cincuenta años (1714-1870).
Francisco Muñoz Hidalgo