Ranos 54-55
Ranos 54-55

FUENTE DE PIEDRA

 

Personajes con Historia

 

1

 

PEDRO DE LA CÁMARA

El primer villafontense

   

En 1462, tras la batalla del Madroño,[1] Rodrigo Ponce de León reconquista el lugar de Fuente de la Piedra, que pasa a formar parte de la jurisdicción antequerana y expulsa a la población mora que lo habita. Pero la muy noble y leal ciudad de Antequera no permitió su repoblación. Habría que esperar 85 años, hasta 1547, para que se levantara esa prohibición. A pesar de ello, lo que Antequera no pudo prohibir es que los enfermos acudieran a cientos -según cuentan las crónicas-, a beber las milagrosas aguas de la antigua Fons Divinus, de la que aún conservaban el recuerdo de sus bondades y hoy conocida como la Fuente de la Piedra.

En este estado de cosas, los enfermos se desplazaban para beber las aguas y no tenían donde pernoctar, salvo que usaran la antigua mezquita, convertida en ermita, que dado su abandono presentaba un estado ruinoso. Todo esto ocurre en una época en la que la religión no consiste solo en abrazar una fe, es un modo de vida. Estamos en la época del emperador Carlos I, la época de la Reforma y la Contrarreforma y a tiro de piedra del misticismo. En medio de este paréntesis desocupacional (1462-1546), en 1513, el concejo antequerano recibe la petición de un ermitaño, llamado Pedro de la Cámara, solicitando se le dé licencia para construirse una casa anexa a la ermita, donde se acogen los pobres y se teche también el edificio. Y el concejo antequerano, consciente de la situación que se vive, en que a tomar las aguas iban gentes probes e aún principales que se vienen a curar, no dudó en aceptar la petición del ermitaño, aunque poniendo una serie de limitaciones. Al respecto, el acta capitular de la ciudad de Antequera de 12 de julio de 1513, de la que respetamos su ortografía dice: 

«[sic] Pedro de Valles, alcalde mayor, Juan de Santisteban, alcalde ordinario; Fernando de Narbaez, Rodrigo de Santisteban, Alvaro de Arroyo, Pedro de Narbaez, Alonso de Caravaca y Juan Chacon.- La çibdad  por razón que unos fermitaños avian pedido la fermita de la Fuente la Piedra e dos arançadas de tierras acordó e mando que la fermita se la den en tanto que esto […] la voluntad de la iglesia e que no tengan señorio en ella ningunos fermitaños pues es de la çibdad e que en lo que piden de la tierra que la çibdad lo yra a ver el lunes e les darán lo que se puedere dar».

         Días más tarde, el acta de 2 de agosto de 1513 sentencia: 

«Pedro de Valles, alcalde mayor; Pedro de Narbaez, Fernando de Narbaez, Juan de Santisteban, Juan Chacón, Francisco Cherinos, y Alonso Torres de Padilla. Leyose una petiçion por parte de Pedro de la Camara en que pide licençia para que el pueda faser una casa linde con la fermita de la Fuente la Piedra para en que se acogen los pobres e pidio que se cobije la fermita a costa de la çibdad e demando dos arançadas de tierras de riego para un guerto e montes para poner una viña.   

La çibdad dijo que le dava e dio licençia al dicho Pedro de la Camara haga la casa linde con la fermita para que sea anexa e en lo de las dos arançadas de tierra de riego que pide que se lo darán por donde no haga daño ni perjuicio e que esto sea todo de la çibdad después de la vida de Pedro de la Camara que la çibdad provea de la casa e de las dos arançadas de tierras dele lo que en ellas se fedifique a quien quisyere, anexando lo e en quanto al monte que Pedro de la Camara pide para poner feredad que se le de e que lo que fedifique en el monte sea para el dicho Pedro de la Camara e sus ferederos.

Hablando e platicando la çibdad como en el termino della ay algunas partes lujares muy despoblados donde se han fecho algunos delitos e muertos onbres especialmente en la Fuente la Piedra e porque cumple al bien de la çibdad e a un establecimiento della que este poblada la fermita de la Fuente de la Piedra asy por esta como por algunas personas proves e aun principales que se vienen a curar a la dicha Fuente de la Piedra la çibdad mando que se teje la dicha fermita e enmadere de los propios de la çibdad e encargose a Alvaro de Arroyo e a Alonso de Caravaca que se ynformen de lo que costara tejar lo sobredicho e a lo hagan saber a la çibdad para que lo provea». 

Consecuentemente, ese ermitaño llamado Pedro de la Cámara se convierte en el primer vecino de Fuente de la Piedra; pueblo que, oficialmente, aún tardaría más de tres décadas en nacer.

Cierto es que hubo varios intentos de ocupar el lugar y levantar edificaciones, pero fueron abortados. Teniendo la zona de pasto comunal, el concejo antequerano no estaba dispuesto a permitir que nadie lo ocupara. En 1518 hubo quien vio la posibilidad de negocio construyendo unos barracones donde albergar a los enfermos, pero de inmediato intervino el concejo de Antequera y ordenó desmontarlos, sancionar al infractor y dejar el lugar libre de habitación. En el acta capitular de 27 de agosto de 1518 leemos: 

«[sic] Por quanto a noticia de la çibdad ha venido por denunçiamiento de Cristobal de Torres e del yerno del saetero vecinos […] que es un mucho perjuyçio de la çibdad e pasto comunal della fue acordado e mandado que los diputados Rodrigo de Segura e Rodrigo de Padilla llevando consigo el libro de la reformaçion el escribano del conçejo e un medidor midan la tierra e pasto comunal que allí tiene la çibdad e sy hallaren que allí o en la Fuente la Piedra esta algo tomado e hedificado luego lo arranquen e devuelvan por manera que tomen la posesyon dello e quede como de antes hera lo qual hagan el lunes primero e que para ello lleven los onbres que fueren menester». 

Habrá algún lector que se pregunte, no sin razón, a tenor de lo que narramos en estas mismas páginas en el tema titulado La Venta de las Salinas, si no habría que considerar como primeros vecinos a los venteros la citada venta. Recordemos lo que sustancialmente hemos escrito:

«[…] el 13 de julio de 1497, medio siglo antes de que naciese el pueblo actual, se hizo donación a Gonçalo de La Puebla y a Pero Hernández de Córdoba de ‘un sitio para venta cerca de La Laguna Salada en un ojo d’agua questá cerca del camino que iba a Córdoba entrando en el monte’.[2] Aquella venta, que desapareció hace más de un siglo, se situaba junto al puente por cuyos ojos aún discurren las aguas que del arroyo de Santillán van a morir a la Laguna Salada, y al que le ha dado su nombre: Puente la Venta, y junto al también camino que iba a Cordoba, que hoy llamamos de Conejo». 

Y concluíamos diciendo: 

«Hoy, al igual que la Venta de las Salinas ocupa un lugar privilegiado en el Itinerario de las Ventas de Villuga, enclavada entre las ventas de Peñayas y de las Yeguas, Fuente de Piedra tendrá el honor de figurar en el de los Caminos del Flamenco por haber albergado su solar la Venta de las Salinas, una venta que, curiosamente, nacía medio siglo antes que el propio pueblo».

Gonçalo de la Puebla y Pero Hernández levantaron la venta medio siglo antes de que naciera Fuente la Piedra como pueblo y dos décadas antes de que Pedro de la Cámara construyese casa anexa a la ermita. Pero entonces, lo que hoy es la jurisdicción territorial de Fuente de Piedra lo constituían una serie de partidos dependientes de Antequera. Así, la Venta de las Salinas se enclavaba en el partido de La Laguna Salada, en cambio, la casa anexa a la ermita, la que ocupó Pedro de la Cámara lo era del partido de La Fuente de la Piedra. Y fue en este partido donde, en 1547, se empieza a construir el caserío que a través de los siglos llega a nosotros; un caserío que nace al calor de la Fuente de la Piedra y la ermita. Cuando en 1820 Fuente de Piedra inicie el proceso de segregación de Antequera, al partido de La Fuente de la Piedra se unirán otros partidos próximos como: Rincón de la Laguna, Rábita, Piquetes, Risquillo, Laguna Salada, Albinas, Pascual, Navazo, etc., y todos juntos conformarán lo que actualmente conocemos como término municipal de Fuente de Piedra.

         Retomando el tema que nos ocupa, no hemos de olvidar que cuando en 1547, oficialmente nazca Fuente de la Piedra y se permita construir y ocupar el lugar, ya hacía más de tres décadas que el primer habitante, un eremita, asistía el culto en la ermita, la mantenía limpia y acondicionada, atendía a los enfermos que venían a beber las aguas virtuosas y pernoctaban en el edificio y, suponemos que fue él quien trajo la primera imagen que se veneró, o sea, la de la Virgen de las Misericordias, para que los enfermos, una vez recuperados, al volver al templo a dar gracias por haber sanado de sus padecimientos, tuvieran una imagen a quien dirigirse. Una imagen que, sin duda, entendían que era la que donaba las virtudes al venero y transmitió ese epíteto a su propio nombre sustituyendo el de Misericordias.

Sí, todo se inicia con ese ermitaño llamado Pedro de la Cámara. Un ermitaño que, sin saberlo, se convertía, oficialmente, en el primer villafontense.

 

 

 

[1] La batalla del Madroño tuvo lugar el 11 de abril de 1462.

[2] Libro de Repartimientos de Antequera, folio 96v.

La Fuente de la Piedra, llamada FONS DIVINUS por los romanos.

     

 

 

Fragmento de Historia Temática Villafontense

Capítulo: Personajes con Historia

Pedro de la Cámara

Francisco Muñoz Hidalgo

(En composición)

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