Ranos 54-55
Ranos 54-55

FUENTE DE PIEDRA

 

Personajes con Historia

 

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D. EMILIO SERRANO

Más que un médico rural

Doctor D. Emilio Serrano Fernández, conocido popularmente como Médico Serrano              

D. Emilio Serrano Fernández era médico. Un buen médico al que Fuente de Piedra le debe eterna gratitud. En 1876 consigue la plaza[1] y se asienta en Fuente de Piedra, cosa que  ninguno de los que le precedieron en el cargo hizo; más bien usaron ese destino como trampolín para saltar a la capital, donde, sin duda, obtenían mayores beneficios económicos; pero sin importarles que atrás dejaban una población desatendida en unos tiempos difíciles en los que las epidemias de paludismo o cólera la azotaban intensamente..

En cambio, D. Emilio, licenciado en Medicina por la Universidad de Granada, con un expediente académico extraordinario, no solo se asentó en el pueblo, sino que vivió en él hasta su jubilación prestando servicio durante cuarenta años con el sacrificio que la medicina rural supone y recibiendo merecidos elogios por parte de los enfermos, cosa que no ocurrió con otros profesionales del ramo que le sucedieron.

Hay, además, algo interesante y singular sobre su persona. Se decía que en una de sus salidas fue asaltado por el célebre bandolero Francisco Ríos González, alias Pernales, cuyo teatro de actuación incluía el término villafontense. El asalto al doctor acabó por derroteros no imaginados, pues no solo no sufrió su persona, sino que se decía que selló un pacto con el bandolero.

Si esto fue realmente así, desconocemos los términos y condiciones pactados. En buena lógica nada quedaría escrito, pero las consecuencias no tardaron en dejarse sentir. A partir de entonces cesaron los asaltos a la población y su término por parte de bandas organizadas de ladrones, bandidos o bandoleros, lo que hizo sospechar que tras ello estaba la mano de Pernales, ¿cumpliendo lo pactado tal vez?

Fuente de Piedra, por su situación geográfica, a caballo entre la serranía de Ronda, Estepa, Lucena, etc., fue punto de paso y a la par de saqueo de múltiples bandas, de las que muchas eran conocidas por el número de sus componentes, o por tener jefes legendarios como El Tempranillo, el propio Pernales, u otros no tan populares, pero no por ello menos peligrosos como lo fueron Pinorro, Navarro, Caparrota, El Chato, Chicón, Juan Elías, Quilino, El Invisible, Taco y otros muchos que actuaron en el término municipal secuestrando, robando, extorsionando o matando.[2]

¿Qué daba a cambio D. Emilio Serrano? Mucho nos tememos que las ausencias que periódicamente protagonizaba lo eran para asistir médica o quirúrgicamente a miembros de la banda, pues esta seguía actuando en las inmediaciones a Fuente de Piedra. Tanto es así que, en La Gloria, cortijo del vecino pueblo de La Roda de Andalucía, los caseros, por delación, fueron asesinados por la banda de Pernales.

Se decía que D. Emilio nunca quiso hablar de ese pacto, aunque era un secreto a voces y la tradición oral lo recogió, lo transmitió y el médico nunca lo negó.

En la primavera de 1915, D. Emilio Serrano Fernández presentaba su dimisión al venir arrastrando desde años atrás una afección reumática, necesitada de ser atendida en Málaga.[3] La Corporación municipal hizo constar en acta que veía con sentimiento dicha dimisión y que igualmente ocurriría con el vecindario cuando se enterase de la noticia al tratarse de un profesor de tan acreditado celo, pericia y abnegación, virtudes no desmentidas en los más de cuarenta años en los que desempeñó el cargo. Así fue, el pueblo reconoció la labor prestada por D. Emilio y quince años más tarde no dudó en dedicarle una calle con su nombre: MÉDICO SERRANO, que ha permanecido hasta hace pocos años.

El 19 de junio de 1931 se propuso el nombre. Hubo que esperar al 7 de diciembre del año siguiente hasta recibir la placa que sustituiría a la del General Cano, y ocupar la que de antiguo es conocida como calle La Fuente. Enterado de la deferencia a su persona, D. Emilio remitió una carta al ayuntamiento en la que, resumida por el secretario en el pleno municipal, D. Emilio «[…] da las más expresivas gracias a la Corporación por haber acordado dar su nombre a una de las calles de la población y con la que envía a todos los señores concejales el más afectuoso saludo por el favor que dice, se le ha dispensado”.[4]

En el mismo pleno se acordó por unanimidad devolverle dicho saludo «[…] haciendo constar que fue únicamente deber de gratitud y deuda de justicia y de reconocimiento hacia el hombre que durante tanto tiempo fue esclavo y celoso cumplidor de sus deberes profesionales lo que les impulsa a tributarle tan pequeña atención en justa recompensa a los muchos méritos y favores que de él recibimos los vecinos de este pueblo”.[5]

Formando parte su nombre del nomenclátor callejero, sus méritos como profesional, como ser humano y defensor de los intereses del pueblo fueron reconocidos por  liberales y conservadores, por la derecha y por la izquierda; prueba de ello es que ni durante la II  República, ni tras el Alzamiento Nacional, en 1937, en que cambió casi en su totalidad el nomenclátor callejero, ni unos ni otros osaron sustituir el nombre de tan ilustre personaje, manteniéndose también durante el cambio llevado a cabo en los años 70.

Pero casi un siglo más tarde la memoria falló y la calle Médico Serrano, fue sustituida por su nombre primitivo: La Fuente, olvidando que aquella placa encerraba algo más, bastante más que un nombre. Allí estaba el reconocimiento popular a un buen médico. Un médico que, al igual que los que le precedieron, pudo haber optado por una  vacante mejor remunerada, pero que decidió quedarse en Fuente de Piedra atendiendo a unos vecinos en los que las epidemias se cebaban. Un médico que durante cuarenta años recorrió a lomos de mula torda los caminos del término para asistir a los pacientes de los cortijos, con viento y con lluvia,  con frío y calor, administrando vacunas que en poblaciones más importantes eran difíciles de conseguir. Un médico que defendió al vecindario y su jurisdicción del asalto de bandidos, bandoleros y ladrones. Pero pesar de la importancia de su contribución al municipio, D. Emilio cayó en olvido.

Pero aquí estamos para recordarlo, pues bien sabido es que el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla. En eso, Fuente de Piedra ya tiene experiencia. Pasó con la fuente, que hubo que desenterrarla, y con la iglesia, que hubo que desencalarla. Volver a ponerle a una calle el nombre de don Emilio, o sea MÉDICO SERRANO, sería deshacer otro entuerto, lo que sin duda supondría reconocer un error. Pero, como dice el refranero, de sabios es rectificar y… de bien nacido ser agradecido.

 

 

 

[1] AMFP. A.C. de 8 de julio de 1876. En dicha sesión le es concedida la plaza de Médico-Cirujano titular de la villa de Fuente de Piedra.

[2] Acerca del bandolerismo en Fuente de Piedra pueden ampliarse datos en el tema del mismo nombre.

[3] AMFP. Actas Capitulares. Sesiones de 21 y 28 de abril de 1915.

[4] AMFP. AA.CC. Año 1932, sesión de 14 de diciembre, doc. N.º 1229.

[5] Ibídem.

 

 

Fragmento de Historia Temática Villafontense

Capítulo.- Personajes con Historia

D. Emilio Serrano

Francisco Muñoz Hidalgo

(Obra en composición)

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