Ranos 54-55
Ranos 54-55

FUENTE DE PIEDRA

 

De Pedanía a Municipio

 

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LA PATRONA

Su historia y el cambio de advocación

El culto a la patrona de Fuente de Piedra es anterior al nacimiento del pueblo. La explicación está en las singulares características que se daban en la zona,[1] que condujeron, finalmente, a la creación de un núcleo urbano. Veamos exactamente qué ocurrió.

Cuando se reconquista el sitio de Fuente de la Piedra en 1462 y es expulsada la población mora[2] que habitaba el lugar, se prohibió la repoblación y la construcción de edificio alguno. Por este motivo, durante 85 años (1462-1547) el lugar estuvo despoblado. Sin embargo, como se tenía memoria de la bondad de sus aguas medicinales, los enfermos de cálculos renales y otras afecciones acudían a tomarlas con tanta frecuencia y en tal número que afirman las crónicas que llegaban a cientos buscando en ellas el remedio a sus males.

Todo esto sucede en una época en que la religión no consistía solo en abrazar una fe, también era una concepción del mundo y  un estilo de vida. Es por ello que, como excepción, se permitió construir una casa anexa a la antigua mezquita, ahora convertida en ermita, a un ermitaño llamado Pedro de la Cámara,[3] que se venía encargando de mantenerla limpia y en buen estado para el uso de los enfermos que hasta allí se desplazaban al olor de las virtuosas aguas. Y en este orden de cosas no es de extrañar que se trasladase a aquella antigua mezquita, convertida en ermita,[4] una imagen de Nuestra Señora de las Misericordias, a la que los enfermos acudían para implorar la cura. Y esa visita daba resultado, pues las aguas cumplían su función y los enfermos sanaban.

Fue pasando el tiempo y la imagen que se veneraba y de la que se hablaba, era una Virgen que otorgaba las VIRTUDES a las aguas. De este modo, el epíteto Misericordias quedó relegado al olvido, siendo sustituido por el de Virtudes.

Precisar cuándo se operó este cambio es hoy tarea imposible, si bien, podemos acotar el hecho entre 1547, año de fundación del pueblo actual y 1671, año  en que aparece impreso por primera vez el nombre Nuestra Señora de las Virtudes. Y esto porque el obispado estaba en la creencia de que la imagen que se veneraba en Fuente de Piedra era Nuestra Señora de las Misericordias,[5] lo que trajo ciertas complicaciones. Pero el pueblo insistía en afirmar que la Virgen que se veneraba en el Lugar era Nuestra Señora de las Virtudes y, además, era su patrona. Ante tal insistencia se consiguió que oficialmente se reconociese como tal en 1671, pleno jure, tras no pocos esfuerzos para salvar las dificultades y trabas que el obispado puso.[6]

Posiblemente, este fuese uno de los motivos por el que los villafontenses, para afianzar aún más la titularidad de la Virgen de las Virtudes mandaran tallar una nueva imagen. La talla, obra del escultor del círculo antequerano Andrés de Carvajal, de la escuela granadina, respondía a un modelo del siglo XVIII, barroco tardío y de gran mérito. Decimos respondía porque desgraciadamente fue quemada al tercer día de declararse la Guerra Civil Española, o sea, el 21 de julio de 1936.

Retomando el tema del cambio de advocación hemos dicho que tuvo su origen en el poder que las aguas tenían. Poder, a la sazón identificado con el término VIRTUD o VIRTUDES. No hemos encontrado un solo tratado, análisis, estudio o mención a estas aguas en el que no figure palabra virtud y/o virtudes referida al líquido,[7] y en consecuencia, el que motivó dicho cambio. Ilustramos con algunos ejemplos las expresiones de la época:

«[…] y assí hizo voto de ponerle aquel Altar con su dedicación, y llamarla Divina para declarar su excelencia y celestial virtud […] y hacer pedazos las piedras en los cuerpos, comunica aquella virtud a la vena de agua que por ella pasa»

Antigüedades de las ciudades de España

(Ambrosio de Morales)

 

«[…] que como dexo dixho a Vm. tenía  la virtud de sanar las enfermedades del mal de piedra en la orina»

Conversaciones históricas malagueñas

(Cecilio García de la Leña)

         «El nombre de Fuente-la-Piedra nos recuerda la virtud de las aguas

 que nacen en aquel sitio para curar las enfermedades […]»

Historia de Antequera, desde su fundación hasta el año de 1800

(Cristóbal Fernández)

           «[…] le erigió un altar llamándola (a la fuente) Divina para resaltar sus virtudes excelsas».

Los Pueblos Malagueños

(Diego Vázquez Otero)

«[…] siempre se ha tenido por cierto que transita por minerales de Acero y Marcasitas, los cuales le comunicaban la virtud o por tierra en que se cría mucha Saxifragia, planta que tiene la misma virtud de quebrantar […] assí como las enfermedades de pecho, es de excelente virtud y en las asmas prodigiosa […]»

Historia Universal de las Aguas Minerales

(Pedro Gómez de Bedoya y Paredes)

         Podríamos seguir dando ejemplos, pues la lista es interminable. Hasta en la inscripción conmemorativa del saneamiento de El Prado y la Fuente de la Piedra, que se encuentra en el cancel de la iglesia encontramos la palabra virtud referida a las aguas.[8]

El término VIRTUD, empleado para indicar las propiedades de las aguas es una constante en la literatura del momento. Esta circunstancia y el entorno en que tiene lugar propiciaron el cambio de advocación, de manera que a poco más de un siglo del nacimiento del pueblo, la advocación estaba tan arraigada que nadie se acordaba de la primitiva, es decir, Misericor-dias, considerando como propia la de Virtudes. 

Pero no todos los problemas relacionados con la patrona, María Santísima de las Virtudes, terminaron ahí. Fuente de Piedra hasta principios del siglo XIX fue un arrabal de Antequera y si los villafontenses tenían claro que su patrona, a la que había que festejear en su día era Nuestra Señora de las Virtudes, algunos  foráneos no lo veían de este modo. Este contraste sorprendió en 1795 a Manuel de los Reyes Villarino, a la sazón cura de la parroquia, cuando al aproximarse el 8 de septiembre los vecinos preparaban las fiestas en honor a su patrona. D. Manuel no daba crédito a lo que veía, pues para él la fiesta que habría que celebrar debía ser una semana más tarde, el día 16 y en honor a Santa Eufemia, toda vez que como patrona de Antequera, Fuente de la Piedra, al ser un arrabal dependiente de esa ciudad, estaba sometido en todo a su jurisdicción. Pero los sentimientos no hay quien los frene y en lo referente a su patrona y su festividad los villafontenses no admitían discusión, sin importarle discrepar del sentir de los antequeranos.

En estas circunstancias, el párroco no lo dudó un instante y la víspera del día de la patrona, o sea el día siete de septiembre de 1795 escribía al Obispado de Málaga manifestando según sus propias palabras:[9]

«Dn. Manuel de los Reyes y Villarino Cura de la Iglesia Parroq(uial) de Ntra. Sra. de las Virtudes de la Población de Fuente de la Piedra:  certifico q(ue) entre los papeles q(ue) se custodian en el Archivo de d(ic)ha. Parroq(uia) ay un Memorial, Informe, y Decreto q(ue) copiado a la letra dice así.

Yltmo. Sr. Dn. Manuel de los Reyes y Villarino Cura de Fuente la Piedra puesto a la obediencia de S. I. Con todo respeto y sumición q(ue) debe dice: que habiendo obserbado con sentimiento suyo q(ue) en d(ic)ha Población no se obserba como dia colendo el de Sta. Eufemia Patrona de Antequera, por estar los vecinos imbuidos en el error de q(ue) fuera de los muros de d(ic)ha Ciudad no hay obligación de solemnisar el dia de su Patrona, quando deben tener presente, q(ue) así esta Población, como otras de la Vicaría son unos suburbios, o arrabales de d(ic)ha Ciudad sujetos en todo a su juridicción, y p(ar)a q(ue) este error no continue: Sup(lic)o a V.S. I. Q(ue) teniendolo a bien se sirva espedir su decreto, o edicto para q(ue) la Patrona de Antequera, q(ue) lo es tambien de esta Poblacion se solemnise con el culto, q(ue) se le debe, lo q(ue) espero de la notoria piedad de V. S. I. A cuio juicio me sujeto, y p(or) cuia vida ruego a Dios prospere m(uchos) a(ños).

Fuente la Piedra y Septiembre 7 de 1795».[10]

Dos semanas más tarde,[11] el obispado se interesaba por la situación en la que estaban, no solo Fuente de Piedra, también los demás partidos dependientes de Antequera. Para ello solicitó un informe de este asunto al vicario antequerano que contestaba dos meses más tarde en los siguientes términos:[12]

 

                   «Málaga y septiembre 20 de 1795 = Informe el Vicario = Iltmo. Sr. = Sr. En Fuente de Piedra, Mollina, Cuebas Altas, y Bajas no selebran a Sta. Eufemia, como Patrona, q(ue) lo es, p(o)r serlo de Antequera, y ni aun pueden tener otro patrono, q(u)e la Sta. Por ser suburbios, o arrabales de esta Ciudad sujetos a esta juridiccion civil. En Fuente de Piedra dicen, q(ue) la Patrona es N. Sra. de las Virtudes, en Mollina N. Sra. de la Oliba, en Cuebas Altas S(a)n. Marcos titular de aquella Iglesia, y en Cuebas Bajas S(a)n Juan Bautista titular de su Parroquia. En la Sacristia de Mollina ay un papel, q(ue) señala los dias de fiesta, q(ue) son de guardar en orden a la Misa, y no trabaxar; y los en q(ue) se puede trabaxar, y ni en unos ni en otros esta puesto el dia de Sta Eufemia.

Del Valle[13] no es Patrona la de Antequera, P(o)rq(ue) es de otra juridiccion civil no sujeta a esta.

Aun en Antequera suelen algunas gentes rusticas decir q(ue)  el dia de Sta Eufemia es dia de fiesta dentro de la Ciudad, y no en el Campo.

Es g(us)to tengo q(ue) informar a V.I.

Antequera y Diciembre de 25 de 1795 = Lic(encia)do  Dn. Fran(cis)co Xavier de Molina».[14]

 

Al continuar las presiones por parte del párroco, a finales de ese mismo año el obispado ordenó que se observara la festividad de Santa Eufemia, hecho que el cura no tardó en decretar y anunciar aprovechando las ventajas que el púlpito le ofrecía, siguiendo las instrucciones recibidas del arzobispo que lo manifestaba así:[15]

 

«Málaga 30 de Diciembre de 1795

En virtud de lo q(ue) el Sup(lican)te nos expone en este memorial, e informe, q(ue) precede Mandamos que en la Población de Fuente de Piedra se guarde, y obserbe el dia de Sta Eufemia Patrona de d(ic)ha Poblacion como dia colendo, lo q(ue) hara saber a el Pueblo el Cura de ella antes del ofertorio de la Misa mayor. = Manuel Arz. oBispo = Por mand(at)o de S.S.I el A.obispo mi Sr. Cabrera y Rivas Secretario = Concuerda con su original q(ue) queda en este Archivo de mi cargo a el q(ue) me refiero. Fuente de la Piedra y Enero quince de mil setecientos noventa, y seis».[16]

No consta que quedase anulado el culto a la patrona, María Santísima de las Virtudes. El culto a Santa Eufemia, con todos los respetos, no se llevó a cabo, pues lo que se desprende del siguiente escrito es que el día de la patrona, el 8 de septiembre, siguió celebrándose y los villafontenses no tenían intención alguna de celebrar el de Sta. Eufemia el 16 del mismo mes, ya que el escrito dirigido al párroco lleva fecha 25 de agosto de 1796 y el cura lo transcribe, dando fe de la autenticidad de la transcripción el 15 de septiembre ante la inminente llegada del día de Sta. Eufemia y la pasividad de los vecinos a celebrar dicha festividad. La transcripción fue publicada y colocada en la puerta de la parroquia y literalmente decía:[17]

 

«Asi mismo Yo d(ic)ho cura: certifico q(ue) en d(ic)ho Archivo ay un edicto q(ue) copiado a la letra dice asi. = Lc(encia)do Dn. Fran(cis)co Xavier de Molina Excmo sinodal de este obispado vicario Juez ecc(lesiasti)co de esta Ciudad, y su Vicaria = Por el presente se hace saber a todos los vecinos de esta Ciudad, y su Vicaria incluso los Partidos de Mollina, Fuente de Piedra, Cuebas Altas y Bajas, q(ue) asi en sus Poblaciones, como en sus campos han de guardar p(o)r dia de fiesta colendo sin poderse trabaxar, y con el precepto de oir Misa pena de pecado mortal el dia de Sta Eufemia diez y seis de Septiembre de cada año, como Patrona unica de esta Ciudad su termino, suburbios o Arrabales, y asi esta mandado p(o)r Decreto del Ilmo. Sr. A.obispo de esta Diocesis, y p(ar)a q(ue) se observe puntualm(en)te publicandolo, antes en la Iglesia a el tiempo de la Misa mayor se fixara este edicto en la Parroq(ui)a de Fuente de la Piedra.

Antequera y Agosto veinte y cinco de mil setecientos noventa y seis años = Lic(encia)do Dn. Fran(cis)co Xavier de Molina = Dn. Juan Fran(cis)co Rescalvo y Suarez. Not(ari)o may(o)r. = Concuerda con su original a el q(ue) me refiero. Fuente de la Piedra y septiembre quinze de mil setecientos noventa y seis años = D. Manuel de los Reyes y Villarino».[18]

 

Evidentemente el culto a Santa Eufemia no se llevó a cabo y el cono-cimiento que tenemos de estos hechos lo debemos a la correspondencia epistolar cruzada entre el obispado de Málaga, el vicario de Antequera y el cura párroco de Fuente de Piedra.

 

En este sentido, el peligro se desvanecía un cuarto de siglo más tarde al iniciarse en 1820 la segregación de Fuente de Piedra para dejar de ser un arrabal o suburbio antequerano, según lo llamaba el cura Villarino y pasar a constituirse en municipio independiente con todo lo que ello conlleva. Y entre otras cosas conllevaba el poder decidir cuál es su patrona, cómo se llama, y cuándo se celebran las fiestas en su honor; sin que nadie se lo imponga ni discuta.

 

Llegado a este punto nos llama poderosamente la atención que la patrona no tuviese su propia hermandad o cofradía y haya que esperar a finales del siglo XX para que se constituyese oficialmente. Sabemos que con anterioridad a la proclamación oficial ya existía esa hermandad con cierto número de hermanos, el respaldo de la comunidad y una organización muy simple, pero organización al fin y al cabo. Sin embargo, no consta en ningún documento que tuviese propiedades más allá de su particular ajuar y ornamentos propios. Con ello queremos apuntar que no era poseedora de bienes raíces como ocurría con las cuatro hermandades o cofradías locales que sufrieron los efectos de la desamortización de Mendizábal,  allá por 1836, a saber: Hermandad o Cofradía del Santísimo Sacramento, de las Ánimas, de San José y de Nuestra Señora del Rosario.[19] Llama nuestra atención la inexistencia de una hermandad de Nuestra Señora de las Virtudes, y aunque pudiéramos pensar que pudo existir, aunque carente de bienes y, por tanto, no constar en la relación facilitada, la duda queda despejada cuando en 1842 el Jefe Político Provincial (gobernador civil) se dirigía a la Alcaldía solicitando los estatutos de dichas hermandades y como respuesta, D. José Rosales, entonces alcalde villafontense, contestaba de oficio que no podía facilitar lo requerido porque:

 

«[…] se presentó en este pueblo y parroquia el Administrador de Arbitrios de amortización del partido, y recogió y llevó consigo los libros de las hermandades que existían que fueron el del Santísimo Sacramento, Ánimas, Sr. San José y Ntra. Sra. del Rosario por cuyo motivo no puedo remitir a V.E. los estatutos de las mismas, advirtiendo ser las únicas (hermandades) que existían (refiérese a 1836) en este pueblo. Al dar el correspondiente cumplimiento a la referida circular debo manifestarle a V.E. según me previene en ella; que generalmente en mi concepto, deberían continuar las cuatro referidas hermandades; pero más particularmente la de Ánimas y Santísimo Sacramento por estar más generalizada en este pueblo la devoción de sus vecinos a las dos referidas hermandades”.[20]

 

         Según el informe del alcalde, a mediados del siglo XIX solo existieron esas cuatro hermandades, si bien, como decíamos más arriba, vista la situación dos siglos más tarde no deja de llamar la atención la falta la hermandad de la patrona.

 

Por otra parte, de las citadas hermandades no tenemos conocimiento de ellas a partir de esa fecha, salvo la de Ntra. Sra. del Rosario, que en 1911 aún existe y para la que anualmente se venía realizando una rifa pública en su beneficio. Rifa que ese año de 1911 no se pudo celebrar el día acostumbrado por las inclemencias del tiempo, lo que obligó a D. Miguel Palomo, cura párroco, a solicitar autorización municipal para celebrarla el lunes de carnaval. En el oficio de solicitud leemos:

 

«Según tradicional costumbre, el día de la Purificación de Ntra. Sra. Se ha venido celebrando en este Pueblo, una Rifa pública en beneficio de la Hermandad de Ntra. Sra. del Rosario; mas este año por la penuria del tiempo, se ha trasladado para celebrarla el día de mañana Lunes de Carnaval, y al darle conocimiento de este acto le suplica conceda su legal autorización.

Dios gde. a V. muchos años

Fuente Piedra 26 de febrero 1911

El Párroco

[firmado:] Miguel Palomo

Sr. Alcalde Constituciónal de esta Villa”.[21]

 

El siguiente problema que hubo de sortearse tiene lugar al tercer día del inicio de la Guerra Civil Española, la noche del martes 21 de julio de 1936 cuando en un segundo asalto,[22] un grupo de radicales, capitaneados por el Jefe de la Policía Municipal, José Aulet Thomas, entra en el templo y destruye cuanto encuentra a su paso. La imagen de la Virgen de las Virtudes, obra de Andrés de Carvajal a la que antes hemos hecho referencia, es arrastrada y subida a uno de los carros que aguardan junto a la puerta, trasladada a Los Castillejos y allí rota y quemada, junto a otras imágenes, ornamentos y enseres religiosos. Habrá que esperar a 1938 para empezar a restituir las imágenes desaparecidas.

 

En plena guerra civil, dado que se viven momentos en los que hasta para respirar había que pedir permiso, la Comisión Gestora Municipal solicitó autorización al Gobierno Civil para adquirir algunas imágenes religiosas que sustituyeran las destrozadas o quemadas al inicio de la contienda. La petición fue concedida, pero se planteaban una serie de cuestiones que había que cumplir sin dilación. El documento que lo autoriza dice:

            «GOBIERNO CIVIL DE MÁLAGA           II AÑO TRIUNFAL

       Secretaría – Negociado 2º                            ¡ARRIBA ESPAÑA!

         Número… 559

         Visto el oficio de esa Alcaldía en el que solicita autorización para abrir una suscripción con destino a la reposición de Imágenes y Ornamentos de iglesias de esa Villa; participo a V. que este Gobierno ha acordado acceder a lo solicitado, siempre que sea con carácter exclusivamente voluntario y tenga ese Ayuntamiento cubiertas todas las atenciones de asistencia social.

         Lo digo a V. para su conocimiento y efectos.

         Dios guarde a España y a V. muchos años.

                   Málaga 3 de Mayo de 1938.

                            El Gobernador

                                        [sigue firma]

         Sr, Alcalde de Fuente de Piedra».[23]

           Es a partir de estos momentos que podemos decir que se mandó tallar la actual imagen de la patrona. Corrió a cargo del imaginero granadino Navas Parejo,[24] que nos presentó una imagen aniñada, de mucho mérito, pero falta de policromía.

La premura en su elaboración exigió una restauración posterior que corrió a cargo del sevillano Francisco Buiza, que la limpió, policromó y añadió en su base el símbolo mariano de la media luna y una pareja de angelotes.[25]

Por último, aunque carece de rigor y originalidad, nos vemos obligados a plasmar la leyenda que sobre el origen de la patrona ha venido circunando y es contada a los más pequeños. Una leyenda romántica que narra que la Virgen de las Virtudes se apareció a un pastorcillo en un cerro próximo al núcleo urbano, al que dio nombre (Cerro de la Virgen) y que, tantas veces como era bajada por el zagal en su zurrón, desaparecía por la noche volviendo a reaparecer en el citado cerro al día siguiente. Ello -dice la leyenda-, motivó la construcción de una pequeña ermita en el cerro.[26]

 

En 1989, con motivo del centenario de la reconstrucción del templo se llevó a cabo la Coronación Litúrgica y a partir de ese momento cada quinquenio sale en procesión el mes de octubre.

 

Desde el primer lustro, octubre de 1994, ostenta el título de Alcaldesa Honorífica Perpetua de Fuente de Piedra.[27]

 

En este recorrido sobre el origen e historia de la patrona queda patente la fuerza de un pueblo materializada en una imagen a la que hizo titular de su parroquia, patrona del municipio y la llamó como la sentía: VIRTUDES.

 

 

 

[1] El recuerdo de la existencia de las aguas medicinales, indicadas para combatir el llamado «mal de piedra» no había caído en olvido y los enfermos de litiasis urinaria nunca dejaron de visitar el Lugar para tomar las aguas.

[2] Fuente la Piedra fue reconquistada en 1462 por Rodrigo Ponce de León, Señor de Marchena, acompañado de Luis de Pernía, capitán de la guarnición de Osuna, tras derrotar a Albohacem, hijo de Ismael, rey de Granada, en la batalla de El Madroño.

[3] Para ampliar conocimientos consúltese en el bloque temático Personajes con Historia, el dedicado a Pedro de la Cámara.

[4] Entendemos que debía ser la mezquita usada por los anteriores moradores del Lugar, expulsados por Ponce de León en 1462. Sobre este particular véase el capñitulo: El Templo y su administración.

[5] Y no falto de razón, ya que la advocación de la primera imagen fue la de «Misericordias», que debió ser  trasladada al lugar en 1513 cuando el pueblo actual aún no había nacido como núcleo urbano.

[6] GARCÍA de YEGROS, A. Manuscrito. -ACML. Legajo 642, pieza 14 y AA.CC. 47 fol. 469v.  leg. 89, pza. 1. Años 1573-1587.

[7] Hoy utilizamos el término propiedad/es para indicar ciertas características del agua, pero en siglos pasados la expresión empleada era virtudes.

[8] Al respecto puede consultarse el capítulo dedicado páginas atrás a las Inscripciones Conmemorativas.

[9] Facsímil de la carta en la serie Documentos N.º 8 1º de 4,

[10] Correspondencia epistolar datada en Fuente de Piedra a 7 de septiembre de 1795 y dirigida al Obispado de Málaga.

[11] Concretamente el 20 de septiembre de 1795.

[12] Facsímil de la carta en la serie Documentos N.º 8 2º de 4.

[13] Se refiere al Valle de Abdalajís.

[14] Correspondencia remitida por el vicario antequerano y dirigida al obispado de Málaga con fecha 25 de diciembre de 1795.

[15] Facsímil de la carta en la serie Documentos N.º 8 3º de 4.

[16] Correspondencia remitida por el secretario del Arzobispado y dirigida al cura de Fuente de Piedra, datada el 30 de diciembre de 1795, copiada literalmente tras recibirla el 15 de enero del año siguiente, es decir de 1796.

[17] Facsímil de la carta en la serie Documentos N.º 8 4º de 4.

[18] Correspondencia del Vicario Juez, dirigida al cura párroco de Fuente de Piedra siguiendo instrucciones del obispado de Málaga y cursada el 25 de agosto de 1796.

[19] AMFP. Doc. de Sec. Año 1942, 25 de abril, doc. N.º 297.

[20] AMFP. Corresp. Oficial. Año 1842, 25 de abril, doc. N.º 2313.

[21] AMFP. Corresp. Aoficial. Año 1911, 26 de febrero, doc. N.º 5459.

[22] El primer asalto se produjo la noche del 13 de mayo de 1936.

[23] AMFP. Doc. Varios. Año 1938. doc. N.º 2014.

[24] Para conocer más ampliamente la evolución de las distintas imágenes de la Virgen de las Virtudes, véase en el bloque Escultura Religiosa el capítulo dedicado a la patrona.

[25] El importe de la restauración ascendió a 14.000 ptas. y  el traslado de Sevilla a Fuente de Piedra  350 ptas. Puede consultarse facsimilar de la factura en el N.º 16 de la serie Documentos.

[26] No deja de ser una leyenda. El material arqueológico de superficie del Cerro de la Virgen, del que la zona es muy rico, solo ha aportado material prehistórico (Calcolítico-bronce), ibérico y romano, sin que existan restos de culturas posteriores.

[27] Véase la reproducción de este título en la serie Documentos Nª 13

 

 

Fragmento de Historia Temática Villafontense

Capítulo.- De Pedanía a Municipio:

 La Patrona: Historia y cambio de advocación

Francisco Muñoz Hidalgo

(Obra en composición)

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