FUENTE DE PIEDRA
La sal… Un regalo de los dioses
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UN POCO DE HISTORIA
Si el agua medicinal orientó la vida económica de Fuente de Piedra durante los siglos XVI-XVII; la supremacía pasa a la ganadería en el XVIII y la agricultura ocupó el primer puesto en el XIX-XX, no hay que olvidar que hasta hace pocos años (1951), la explotación de la sal condicionó y complementó la vida económica de la población desde que, hace más de dos milenios, como ya hemos apuntado en otro capítulo, decidiera asentarse en las inmediaciones a La Laguna. Es por ello que la sal, que ha ocupado un puesto privilegiado y de capital importancia en el desarrollo económico de Fuente de Piedra exige ser recordada y tratada como se merece.
La sal (cloruro de sodio), es una sustancia imprescindible en el desarrollo de todo organismo vivo y el segundo en importancia después del agua. Los alquimistas la llamaron el quinto elemento (fuego, agua, tierra, aire... y sal). Tiene fuertes y encontradas connotaciones simbólicas. La tenemos en la maldición de Lot; los conquistadores sembraban los campos de sal para destruir a las ciudades enemigas. Como símbolo del bien ha desempeñado un importante papel en la cultura de los pueblos antiguos: el Evangelio llama a los elegidos “la sal de la tierra”; a los cristianos nos acompaña desde el bautizo. Los hebreos la utilizaban para purificar a los animales sacrificados a Yahvé. Homero pensaba que tenía virtudes lustrales.1 Desde otra óptica, la sal ha sido símbolo de amistad y hospitalidad manifestándose en el ofrecimiento de pan y sal con los que el anfitrión recibía al huésped. En contraposición, también fue utilizada para demostrar a un viajero que no era grata su visita derramando un puñado de sal junto al umbral de la puerta.
Entre las supersticiones andaluzas el derramar sal, se considera presagio de desgracia. Con significado opuesto, los futuros moradores de una casa llevan a ella aceite y ... “sal” antes de habitarla para propiciar la paz y felicidad de la familia. La sal de Fuente de Piedra ha tenido vocación de viajera, aparte de una larga, muy larga historia, andando de la mano de los distintos pueblos y culturas que a lo largo de más de 5.000 años deambularon o se asentaron junto a su laguna.
Se ha demostrado que el hombre, en sus primeros asentamientos (Neolítico), prefería los lugares en que se encontrase abundantemente el agua y la sal; que comerció con ésta y estableció rutas de gran importancia para la época; lo que justifica, en parte, la presencia de múltiples útiles líticos en torno a la Laguna Salada.2
Los fenicios establecieron algunas de sus grandes rutas comerciales al calor de este mineral y Roma, como han demostrado algunos historiadores, estuvo ligada al suministro de la sal; la vía Salaria unía las poblaciones de Roma y Ostia y tal fue la importancia que la sal adquirió como condimento y conservante que Plutarco diría de ella:
“La sal es el más noble de los alimentos, porque es el condimento por excelencia.”
La sal fue elemento imprescindible en la fabricación del famoso “garum”.3
Del vocablo Sal deriva la palabra salario,4 pues fue el medio con el que Roma pagó a veces a sus soldados.5 Más tarde, aún cuando se pagaba con moneda, se le seguiría llamando a esta contraprestación salario, término que acuñó el de sueldo y éste, a su vez, el de soldado.
Es bajo el dominio romano cuando La Laguna Salada de Fuente de Piedra es ingentemente explotada y sus recursos comercializados, llegando a tal extremo su importancia en aquel tiempo que podemos afirmar que salvó al entonces pueblo existente6 de la crisis económica que en el siglo III afectó a todo el Imperio. Y ello gracias a que La Laguna pudo continuar su alta y solicitada producción,7 y permitir al amparo de este recurso, un porcentaje más elevado de yacimientos en la periferia de La Laguna8 respecto a las zonas circundantes, al suponer la extracción del mineral un recurso económico complementario a la agricultura.
Para ello, los romanos crearon una compleja red viaria que en un trabajo ya publicado bautizamos con el nombre de VIA DE LA SAL. 9
Y, desde entonces, hasta 1951, la sal y La Laguna, en cierto sentido, han marcado el ritmo de la historia de Fuente de Piedra. Historia que, como ya hemos abordado en otros capítulos10 nos permite no detenernos y pasar a su proceso de producción.
Fragmento de “Historia Temática Villafontense”
Capítulo.- La Sal… un regalo de los dioses:
Un poco de historia
Francisco Muñoz Hidalgo
(Obra en composición)
(1) Es decir que purificaba.
(2) Para más detalles sobre este tema remitimos al lector al apartado Prehistoria.
(3) Salsa muy cotizada en la antigüedad.
(4) Del latín Salarium = Sal.
(5) Unas veces porque escaseaba el monetario, otras porque tardaba en llegar de la metrópolis, la verdad es que la sal fue muy usada como moneda de pago y de cambio.
(6) Urgapa, citada en el Geógrafo Anónimo de Rávena.
(7) FERNANDEZ UBINA, J.: Sociedad y Economía en la Bética del siglo IV. Rev. Jábega. Nº 8 Málaga, 1974, pág. 14.
(8) Entre otros yacimientos podemos citar: Mora, El Cuco, La Plata, La Torca, El Torquillo, La Torquilla, Las Lomas, Los Piquetes, Los Cortijillos, Las Latas, Campos. La Herriza, etc. En algunos de estos parajes hubo más de una “villae.”
(9) GOZALBES CRAVIOTO, C. y MUÑOZ HIDALGO, F.: Fuente de Piedra: la vía romana de la sal. Rev. Jábega. Nº 53. Málaga 1986, pags. 20-23
(10) Sobre este tema véanse los capítulos: Edad Antigua, Edad Media y La Laguna: Crónica histórica.