2UENTE DE PIEDRA
Desastres Naturales
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EL TERREMOTO
Los terremotos son inspectores
de la honestidad arquitectónica
(Juan Villoro)
Aunque modesto, el templo destacaba sobre el conjunto de las viviendas del Lugar hasta que a finales del siglo XIX, un terremoto que azotó las provincias de Málaga y Granada lo dejó casi destruido, amenazando ruina. La Iglesia fue trasladada provisionalmente y hasta su posterior reconstrucción a la Casa-Palacio del Conde del Castillo de Tajo. Como testimonio de esta efemérides perdura una lápida conmemorativa a la entrada del templo que dice así:
“A las nueve de la noche el día de la Natividad de N.S. Jesucristo, el año 1884 sintiose un espantoso terremoto en esta Villa de Fuente de la Piedra y la Iglesia quedó totalmente inutilizada amenazando ruina inminente, siendo preciso cerrarla después de trasladar la Parroquia a la Casa-Palacio del Excmo. Señor, Conde del Castillo de Tajo, galantemente cedida para este religioso objeto. Merced al eficaz auxilio de la caridad que en España y otros nobles países se levantó espléndida para socorrer la tierra de Granada y Málaga azotada por aquella desdicha el Comisario Regio Excmo. Señor. Duque de Mandos reconstruyó este templo parroquial en el reinado de Don Alfonso XIII, y lo bendijo a diecinueve días del mes de Octubre de 1.889, el Excmo. e Iltmo. Señor Don Marcelo Spínola y Maestro, obispo de la Diócesis; celebrando la primera misa el Ilustre Señor Don. Antonio Durán Jaramillo, canónigo de Córdoba y antiguo cura de esta feligresía, siendo Alcalde primero, Don Juan Fernández Pachón y Secretario del Ayuntamiento Don Antonio Luque París. El muy Ilustre Municipio acordó esculpir esta inscripción a mayor gloria de Dios, Honor y Alabanza de María Santísima de las Virtudes, nuestra Patrona y para perpetuar tan fausto acontecimiento, a treinta de Julio de 1891.”1
Este hecho fue recogido en la Crónica Diocesana el 13 de Noviembre de 1889 en el número 11 del Boletín Oficial del Obispado de Málaga.2
Pero volvamos un poco atrás. Hemos dicho que en 1884, el día de Navidad, tuvo lugar un terremoto que se sintió con bastante intensidad en el pueblo. Según reza en los documentos que nos hablan del seísmo, salvo el templo, el pueblo no había sufrido en demasía, excepción de algunas tapias de patios y alguna que otra grieta en casas que los propios vecinos repararon.3 Más tarde se comprobaría que la realidad era bien distinta a lo que a simple vista se veía. Muchas estructuras sufrieron los temblores que durante días se sucedieron. El susto persistió mientras duraron los réplicas. Días más tarde, el 2 de Enero, aunque se citó a varias personas al Ayuntamiento para atender el amillaramiento del siguiente ejercicio, no compareció casi nadie por la:
“tan crítica y angustiosa situación en que nos hallamos con los temblores de tierra que con frecuencia se repiten”.4
Sin embargo, los vecinos, siguieron acudiendo al templo, ajenos al peligro, hasta que el 12 de Enero de 1885, es decir pasadas tres semanas desde el terremoto, un ingeniero de la Compañía Agrícola y Salinera, D. Julio Groján, que se encontraba por estas fechas en el municipio para proceder a levantar el proyecto de construcción de los almacenes y dependencias administrativas de la que más tarde sería conocida como Fábrica de Abonos,5 dictaminó el peligro que entrañaba el templo para los vecinos. De inmediato, a partir del informe, se trasladaron los enseres de la parroquia a la Casa-Palacio del Conde del Castillo de Tajo, donde se impartió el culto hasta su posterior reparación. Habida cuenta de la gravedad del asunto se pasó informe al Gobierno Civil de la provincia, en los términos que indican el acta siguiente, redactado el 12 de Enero:
“Habiéndose abierto diferentes grietas en la Iglesia Parroquial de esta Villa con motivo de los terremotos ocurridos y temiendo pudieran ser causa de ruina, he podido obtener del Ingeniero de la Compañía Agrícola y Salinera de esta Villa Don Julio Grojan que se encuentra en esta Población que reconociera el templo y me informase sobre su verdadero estado. Y del informe que ha emitido y de que acompaño certificado, que la Iglesia está en estado ruinoso, que hay inminencia de que se desplome. Para evitar una catástrofe, he ordenado su clausura, comunicándolo así al Señor Cura Párroco y me apremio a ponerlo en el superior conocimiento de V.E. si tiene a bien ordenar nuevo reconocimiento pericial y pueda de acuerdo con el Ilmo. Sor. Obispo de esta Diócesis, disponer lo más acertado para que el culto tampoco sufra en un pueblo tan esencialmente católico como es este".6
En la misma fecha se pasaba oficio al Sr. Cura Párroco anunciándole que se clausuraba el templo, conminándole a que no permitiese la entrada de los fieles al mismo hasta nueva orden.7
El terremoto dejó dañados múltiples edificios que tras las inclemencias del tiempo sufridas años más tarde, en 1892, en que las lluvias fueron fuertes y constantes durante más de un mes, acabaron por derribar lo que el seísmo empezó. Varios edificios se desplomaron sin que hubiese desgracias personales, ya que un matrimonio y su joven hija que habían quedado enterrados, gracias a los prontos y eficaces auxilios de los vecinos, pudieron desenterrarlos de entre los escombros sin más consecuencias, gracias a que ocurría a altas horas de la madrugada y los vecinos que estaban en sus domicilios pudieron prestar rápido auxilio. Otras casas de la población fue necesario desalojarlas previo informe del Maestro de Obras Municipal para evitar desgracias personales. También el cementerio sufrió las consecuencias del temporal del que se desprendieron varios trozos de muros y cuyo arreglo resultaba imposible por no cesar las lluvias y no poder ejecutar la obra. El destrozo fue de tal calado que algunas bóvedas corrían el peligro inminente de dejar sus contenidos al descubierto si los muros terminaban por desmoronarse sobre los nichos o bóvedas inmediatos.8 Por fortuna, hubo un respiro y se procedió a la reparación urgente, sin más dilación, y con cargo al capítulo de imprevistos, escarmentados de la reprimenda que ya había recibido el secretario del ayuntamiento en 1853 por preguntar con cargo a qué partida iban los gastos de tan urgentes reparaciones.9
Fragmento de “Historia Temática Villafontense”
Capítulo.- DESASTRES NATURALES:
El Terremoto
Francisco Muñoz Hidalgo
(Obra en composición)
NOTAS
(1) Inscripción situada en el cancel de la Iglesia parroquial Nuestra Señora de las Virtudes.
(2) El texto íntegro de dicho Boletín puede consultarse en el bloque: ANEXOS.
(3) A.M.F.P. Doc. Sec. Año 1885 Doc. Nº 20
(4) Ibídem. Doc. Sec. Año 1885. Legajo 3. Nº 2
(5) Sobre la Fábrica de Abonos consúltese el tema del mismo nombre en el bloque Lugares con Historia.
(6) A.M.F.P. Doc. Sec. Año 1885 doc. Nº 7
(7) Ibidem. Doc. Nº 8
(8) A.M.F.P. Doc. Sec. Año 1892. Legajo 16. Doc. Nº 59.
(9) Para más información véase el capítulo: El Cementerio.