FUENTE DE PIEDRA
Personajes con Historia
7.14
Siglo XIX; (El Romanticismo)
WILLIAM JACOB (1761-1851)
Político, militar y comerciante británico, llega a España en 1809. Hermano del duque de Wellington y primer marqués de Wellesley, fue enviado para reunirse en Sevilla con el embajador inglés, que andaba negociando con la Junta Central la forma de coordinar la lucha conjunta contra Francia. Desembarca en Cádiz en unos momentos en que el país lleva un año luchando contra la invasión napoleónica y en sus seis meses de estancia, desde su llegada en septiembre de 1809 hasta su partida en marzo de 1810, mantiene una intensa correspondencia con su familia. En cada una de las extensas misivas da detalle pormenorizado de todo lo que ve, siente y piensa sobre los españoles, a los que poco a poco va entendiendo en sus virtudes y sus defectos.
Como apunta Rocío Plaza Orellana en su obra Viajes por el Sur, cartas escritas entre 1809-1810 en la que tras una interesante introducción traduce las 57 cartas, dice «militares, políticos, clérigos, mujeres y niños de todos los rincones de Andalucía son los protagonistas de estas misivas que William Jacob quiso compartir con su familia. El pesimismo con que inició su misión se fue diluyendo a medida que se adentraba por los caminos de Andalucía. Tanto es así que de vuelta en Londres, cuando pulía y publicaba esas cartas bajo el título Travels in the South of Spain in letters written a.d. 1809 and 1810, y aún no había terminado la Guerra de la Independencia, tuvo el valor de escribir para sus lectores británicos que aquella guerra, a pesar de todo, la ganarían los españoles».
Aun siendo interesantes todas y cada una de esas cartas, la que nos interesa por el tema que nos ocupa es la número 45, fechada en Antequera en enero de 1910, en la que da detalle de la Fuente de la Piedra y de lo que él llama «lago salado», corroborando la antigüedad romana de la fuente y del pueblo, escribiendo:
«[…] se tenía tanta confianza en los efectos beneficiosos de este manantial, que los romanos construyeron una ciudad junto a él para recibir a los pacientes, y que para evitar los abusos financieros, cuando el agua se enviaba a cierta distancia, un notario testificaba el día en que había sido tomada del manantial, los recipientes en los que iba contenida y un certificado de pureza que sellaban un magistrado y el sacerdote de la ciudad. El agua está tremendamente fría y no tiene ningún sabor particular excepto el de la saxífraga, que crece en gran abundancia dentro del manantial […] El agua del lago es más salada que la propia agua del mar y está refinada por la evaporación natural. Los cristales, como se puede suponer, son muy grandes y tienen mal color. Todavía no se permite la venta de otra sal en este distrito que la de aquella que se produce en la refinería real […] Mañana empezaremos a trepar por las espléndidas montañas hacia Ronda, donde espero llegar en dos días si no nos rompemos el cuello ni quedamos enterrados en la nieve».
Fragmento de Historia Temática Villafontense
Capítulo.- Personajes con Historia
William Jacob
Francisco Muñoz Hidalgo
(Obra en composición)