FUENTE DE PIEDRA
Momentos Históricos
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LA PRIMERA REPÚBLICA
(1873-1874)
(A inestabilidad política nacional, inestabilidad política local)
(Artículo publicado en el programa de las Fiestas de Julio 2001)
En 1873 se proclama la frágil Primera República Española. Decimos frágil puesto que en solo cinco meses (febrero-julio) hubo dos presidentes y cinco cambios de gobierno. En los meses sucesivos ocurría otro tanto con la salida de Pi y Margall y Nicolás Salmerón, hasta la llegada de Emilio Castelar. Pues bien, en Fuente de Piedra, ocurrió otro tanto de lo mismo.
Con la proclama republicana cambia la tendencia política y el alcalde, entonces Juan Fernández, es destituido a petición de un considerable grupo de vecinos. La vara pasó de inmediato a manos de Juan Pachón, sin que parte del vecindario atendiese ningún tipo de razones, es decir, no permitió que el alcalde se mantuviese en su puesto hasta que la autoridad provincial admitiese ese cambio, y para evitar enfrentamientos, el alcalde saliente entregó la vara de mando.1
Poco tiempo estuvo la vara en poder del nuevo alcalde y, si el gobierno cambió dos veces en cinco meses, Fuente de Piedra lo superó; hizo los mismos cambios, pero sólo en cuatro. El pueblo puso al alcalde y el pueblo lo quitó. A eso de las 11 de la noche del día veintiuno de julio de 1873, unos ocho individuos de los que componían el Comité Local de la Junta Republicana,2 se presentaron en casa del recién nombrado alcalde exigiendo su dimisión y la entrega de la vara que pasó a manos de Bartolomé Escribano Molino.3
Juan Pachón dejó la alcaldía a disposición de la Comisión Republicana que, ahora, se había engrosado. Años antes los republicanos sólo eran unos cuantos destacados. Ahora lo era casi todo el pueblo. Circunstancias mandan.
En resumen, tras la proclamación de la Primera República se destituye al alcalde, otro vecino ocupa su lugar, y al no coincidir sus intereses con los de los vocales de la Comisión Republicana, éstos no tardan en levantarlo de su asiento. Ahora había que ver en quien recaía la alcaldía. De todo ello se levantó acta y tras la destitución del alcalde aclamado (Juan Pachón), la Junta Republicana hizo ídem de lo mismo quedando constancia de la nueva constitución del Ayuntamiento. Al acto acudió casi todo el pueblo, pues hubo un total de 69 firmas4 (número muy elevado si tenemos en cuenta la población existente con derecho a voto). El acta, cuyo texto literal respetamos, decía:
“En la Villa de Fuente Piedra a veinte y dos de julio de mil ochocientos setenta y tres. Reunida la Junta Republicana de la misma denominada Comité local, bajo la presidencia del Ciudadano Pedro Rufino Fernandez y abierta discusión sobre varios particulares, entre ellos se manifesto unanimemente que embirtud aber sido a noche acordado por este Comité la destitucion del Alcalde Juan Pachon Fernandez por no combenir asi á esta espresada Junta Republicana. Todabes que el espresado Pachon no biene siendo amigo de ninguno de sus bocales y porconsi cuencia á esto asido presiso berificar su destitucion evitando asi trasedentales dis gutos, acordandose tambien hacer es tensiva destitucion a el Ayuntamiento del que era Presidente el sitado Pachon cuentra en disidencia con este Comité y deseosos dicha Junta Republicana de evitar todos disgustos entre ambas Corporasiones y vesindario la destitucion del es presado Ayuntamiento y que sea reemplazado por los Ciudadanos que se espresan al margen individuos del signo del referido Comité y que seautorice una Comision para que asi lo haga entender a dicho Ayuntamiento asi todo acordado se termino la micion que firman.”5
Poco más tarde, la nueva autoridad recibe la orden de detener a los perturbadores, gentes de mal vivir, republicanos cantonales, carlistas de acción, etc.6 Se declara el estado de sitio en julio de ese mismo año y se vigiló concienzudamente a los muchos alborotadores.7 Y los alborotadores de Fuente de Piedra estaban muy relacionados con La Laguna.8 A principios de septiembre la situación se recrudeció al ser herido de un tiro un vecino de Humilladero, lo que provocó la intervención de la autoridad judicial antequerana.9
La población estaba muy agitada y buscaba una excusa para saltar, que llegó de mano de la Société civile françaises des Terrains et Salinès de Fuente de Piedra. El ingeniero encargado de los trabajos,10 cambió las horas de siesta ─sin que sepamos a que razones atendía tal cambio─. Lo cierto es que fue el pretexto para que varios operarios promoviesen un conflicto oponiéndose a esa medida.
Como el descontento era general, la revuelta estaba servida. El 6 de septiembre, víspera de las fiestas patronales, el alcalde recibía a los obreros amotinados11 y el Comandante Militar, sin pérdida de tiempo, a través de un telegrama, solicitó de la alcaldía que le informase de la fuerza necesaria para reprimir a los amotinados,12 a lo que se contestó, también por despacho telegráfico, que serían necesarios unos veinte hombres armados para reprimir el tumulto.13 Todo esto ocurría en los años 1873-74, años que Fuente de Piedra los vive políticamente muy intensos.
El 3 de enero 1874 se reúne la nueva Corporación en la Casa Capitular y se acusa al secretario, que entonces era Francisco Andrade, de “barrenar” ciertas reglas, adoptándose en dicha sesión entre otras medidas suspender de empleo y sueldo a los guardas rurales municipales, destituir al secretario y nombrar como interino al ciudadano Pedro Heras y de meritorio sin sueldo a Ramón Díaz. En esa sesión, obviamente no estuvo presente el secretario titular, es decir Francisco Andrade. El entonces alcalde Juan Espinosa, hizo oídos sordos de lo acordado en aquella sesión y mandó hacer ejercicio a los guardas rurales. Por ello se le acusó de no asistir a las sesiones ordinarias, adoptando la corporación la determinación de ponerlo en conocimiento del Juzgado Municipal para que procediese a lo que hubiese lugar.14 Y lo que tuvo lugar fue que puesto el caso en conocimiento del Gobernador Militar de la provincia, éste mandó nombrar nuevo Ayuntamiento entre las personas que el alcalde juzgara más aptas, quedando destituida la corporación que había. Se leyó la orden del Gobernador Militar y, cómo no, todos estuvieron de acuerdo y se constituyó una nueva corporación. Esto ocurría el 13 de enero de 1874.15 El año empezaba “caliente”. Y al paso de los días se iría calentando aún más.
El 14 de enero de 1874, es decir, el día siguiente, ya estaba constituido el nuevo Ayuntamiento que quedó en la forma siguiente: alcalde, Francisco Calle Ruiz, teniente de alcalde, Pedro Pachón Guerrero, regidor síndico, José del Pozo Casado, además de los siguientes regidores (cargo equivalente a concejales), José Guerrero Rodríguez, Juan del Pozo Casado, José Calle Ruiz, Francisco del Pozo Casado y Diego Pachón Guerrero, acordando reunirse en sesión ordinaria todos los sábados, citando por papeletas a las sesiones extraordinarias que pudieran ocurrir.16
Dos meses más tarde, en marzo, una vez calmadas las aguas, la corporación, presidida por Francisco Calle, (Alcalde Popular), tomó la determinación de nombrar de nuevo como secretario a Francisco Andrade, que como hemos dicho más arriba había sido destituido el 10 de enero. Se llamó al Sr. Andrade que aceptó el cargo17 y la cuestión municipal quedaba casi como al principio.
El 14 de enero de 1875 entraba en Madrid Alfonso XII, iniciándose el proceso de la Restauración que Cánovas del Castillo había venido gestando lo que supuso otro nuevo cambio en los ediles municipales. Se disolvió la corporación que fue sustituida por Francisco Montero Guerrero, que pasó a ser Alcalde-Presidente, Cristóbal Prieto Camuñas, como primer teniente de alcalde y José Rodríguez Ávila, de segundo, completando la lista como regidores, Pedro Guerrero Delgado, Juan del Pozo, José Navarro, José Gallardo Fajardo, Juan José Hidalgo y Bartolomé Escribano.18
Tres meses más tarde empezaron a salir algunos trapos sucios de las gestiones anteriores, siendo el más significativo la denuncia contra uno de los alcaldes anteriores, al que se acusaba (al parecer infundadamente), de haber sustraído ciertos fondos,19 y por acuerdo municipal se le obligaba a devolver los mismos. Pero el acusado recurrió a la máxima autoridad malagueña, que tomó el asunto como suyo y paralizó las gestiones practicadas por la municipalidad villafontense.20
Como hemos podido comprobar, los gobiernos municipales durante la Primera República duraron lo que una pompa de jabón. En agosto de 1875 volvía a haber cambio de ediles, aunque esta vez pudieron calentar el asiento. Fuente de Piedra, a partir de entonces, empezaba a recuperar la normalidad política.
Fragmento de “Historia Temática Villafontense”
Capítulo.- MOMENTOS HISTORICOS:
La Primera República (1873-1874)
Francisco Muñoz Hidalgo
(Obra en composición)
NOTAS
(1) A.M.F.P. Doc. Sec. Año 1873 doc. Nº 471
(2) Ibídem doc. Nº 473
(3) Ibídem doc. Nº 470
(4) Posiblemente fuesen más vecinos los que firmaron la constitución del nuevo Ayuntamiento, puesto que el documento al parecer queda incompleto y pudo haber alguna hoja más, hoy desaparecida.
(5) A.M.F.P. Doc. Sec. Año 1873 doc. Nº 472
(6) Ibídem Año 1874 doc. Nº 35
(7) Ibídem doc. Nº 127
(8) Véase el artículo en este mismo programa.
(9) Ibídem doc. Nº 163
(10) Conocido como Mevallier.
(11[1] Ibídem doc. Nº 170 v.
(12) Ibídem doc. Nº 167 (despacho telegráfico)
(13) Ibídem doc. Nº 170 r.
(14) A.M.F.P. Doc. Sec. Año 1874 doc. Nº 456
(15) Ibídem doc. Nº 474
(16) Ibídem doc. Nº 474 (fol. 2 y 3)
(17) Ibídem doc. N. 475
(18) A.M.F.P. Doc. Sec. Año 1875 doc. Nº 316.
(19) Ibídem doc. Nº 253.
(20) Ibídem doc. Nº 307